jueves, 17 de abril de 2014

BIFRONTISMO

Abordo esta obra  desde lo metafórico de una cara de doble fas, de aquella duplicidad entre el bien y el mal, dos rostros en un solo cuerpo aunque opuestos tienen esa multiplicación de las funciones de ese ser que es representado en esta propuesta artística.
Con Bifrontismo trato de transmitir que el ser humano tiene esos dos polos pero que se debe tener un balance para poder equilibrar la vida, nadie es perfecto pero tenemos la conciencia que es esa voz que nos indica cuando algo no va por el camino adecuado. Al colocar dos rostros con diversos colores intento crear esa catarsis que toda obra debe emitir, vuelvo a la máscara y al sincretismo cultural que existe en nuestra raza, la transformación  que forma parte del arte actual no me aleja de la idea de comunicar por medio de técnicas ya conocidas como es el mosaico, pretendí hacer una obra encaminada por un lado a lo retiniano por que la obra se carga de factores estéticos programados en nuestro subconsciente, pero que es igual de profundo en el mensaje que deseo dar.
Nunca me he divorciado del todo de modelos y cánones estéticos denominados caducos, yo soy de esas románticas que ven en el arte un camino para transmitir sentimientos, el color por otro lado es un artilugio para someter al concepto, donde conjugo las dos cosas y se da esa hibridación donde la represento de una manera onírica, con rostros irreales, la obra de arte debe comunicar, por tanto cuando esta no transmite o pasa inadvertida, se dice que no funciona, siento que cuando algo se lo hace con una vocación firme, donde el concepto debe primar porque de lo contrario sería un objeto vacío o un simple adorno.
La diferencia entre el artista y el artesano es sin lugar a dudas el concepto de la obra, si la obra no tiene significaciones valederas y es de un discurso simplista sin bases analíticas, ni investigables es claro que estamos hablando no de una ciencia, sino solo de una forma artesanal de crear un objeto. 


Retorno a mi estilo con Bifrontismo un estilo que ya ha marcado un camino en mi quehacer artístico, un proyecto encaminado a vislumbrar los sentimientos del ser, donde se materializa mi idea de formas creadas a partir de  símbolos que me identifican como una latinoamericana que desea plasmar sus sueños en la plástica.  

martes, 1 de abril de 2014

MOSQUITAS MUERTAS


Comenzaré por hacer énfasis en que el arte no puede limitarse sobre todo en pleno siglo XXI, es que acaso todo ya se ha visto o existen varias técnicas por descubrirse, la era tecnológica vino a revolucionar el arte y todo lo demás, pero es cierto que debemos remontarnos al pasado para hablar sobre lo que hoy estamos viviendo, la técnica ha sido desde siempre una parte fundamental para dar sentido a la obra, pero esto ha ido cambiando con los años, cada periodo tuvo su contemporaneidad, para ellos diremos que en alguna época el descubrimiento del óleo fue parte importante para el desarrollo del quehacer artístico, hoy por otro lado no es que se descarte el bastidor y el pincel, simplemente que requerimos de otras formas de expresión para acercarnos más a la sociedad y no ser personas aisladas.
Volviendo a la técnica nuestro mayor referente es sin lugar a dudas Duchamp el ponderaba de como la técnica podía ser modificada, cuando compró el porta botellas e indicó “…..resolver un problema artístico sin recurrir a los medios o procesos habituales…”Esta acción nos transformó totalmente la perspectiva con que se miraban las cosas, pues un simple objeto, que nuestras manos no moldearon podría convertirse en una obra de arte, Dutchamp ya para ese entonces había experimentado muchas técnicas y las había dominado, de ahí que la técnica en sí paso a un segundo plano para ser el concepto lo que primara, han existido y seguirán existiendo mucha polémica por estos temas, pero no deja de ser la idea lo principal en el arte.
Carlos Rojas en sus estéticas caníbales nos habla de la transformación objetual y nos libera de estas distancias y acercándonos a las formas, cuando nos explica que existen cuatro categorías: desde la Doble historicidad, El carácter ontológico de la forma, Formación y forma y por último desde la Transformación. Haciendo una breve síntesis nos permite adentrarnos al análisis directo de las formas, de todo lo corpóreo de la obra y como todo se transformará en su debido momento, por ello nos aclara de los cambios que sufriría la realidad que tenemos frente a nosotros.


La obra “Mosquitas Muertas” trata justamente de esa transformación de la técnica, de la utilización de otro método para plasmar la idea, retorno al bastidor pero con una técnica disímil, adquiere ese nombre porque será  formada por moscas muertas, creando un nexo entre la palabra la forma y la realidad, una frase que muchas veces es repetida y algunas otras no muy analizada, un tema muy cotidiano, quien alguna vez no se comportó como una mosca muerta, o te dijeron “te haces la mosca muerta”, traigo a la deconstrucción de  palabras muy sencillas, para darle un toque filosófico un análisis más profundo de una frase muy familiar.
El mundo está lleno de moscas muertas que van por el mundo tratando de ser lo que no son, fingiendo ser buenos, vemos a estas personas en todos los lugares en la política, en lo religioso, en fin en nuestro entorno, la idea es transformar la técnica bidimensional convencional en algo más corpóreo, donde el objeto tenga una estrecha relación con lo textual.
Pero lo más importante es presentar una mirada renovadora del campo estético del arte, una puesta en escena de nuevos referentes que asuman la realidad como el momento mismo del encuentro situacional y que permite al artista generar ideas en el mundo simbólico que le rodea, lleno de formas, donde la obra es protagonista pues las exigencias estéticas de la contemporaneidad así lo ameritan. 
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